Un estudio realizado por Kristjan Vassil y Mihkel Solvak, dos expertos en ciencias políticas de la Universidad de Tartu en Estonia, ha confirmado el éxito que durante diez años ha tenido el voto por internet en ese país. El trabajo de investigación llevado a cabo por Vassil y Solvak demostró además que distintos sectores de la población -indistintamente de su procedencia- están de acuerdo con la adopción de esta modalidad de votación.
Implementado por primera vez en 2005, el voto por internet en Estonia benefició a 9.800 personas con la posibilidad de emitir su voto desde la comodidad de su hogar. La mayoría eran ciudadanos de mediana edad con un buen nivel de educación y buen empleo.
La situación fue muy parecida durante las elecciones generales de 2007, así como en las elecciones de la Unión Europea en 2009. En aquel entonces, el voto por internet fue criticado y calificado como “un juguete de las élites”. Según Solvak, la gente tenía la impresión de que el voto por internet beneficiaba más a algunos partidos políticos que a otros.
Sin embargo, el trabajo de investigación realizado por estos investigadores demostró que el voto por internet nunca estuvo relacionado con inequidad. En esos años, sus usuarios eran ciertamente un grupo muy específico de personas, pero sus votos no influyeron a favor de un determinado partido. Simplemente hubo un grupo de electores que modificó su forma de votar. Es decir, la gente habría votado por el partido de su preferencia, pero aprovecharon la oportunidad para hacerlo vía internet, con mayor comodidad.
Voto por internet se masifica
Solvak explica que «el gran cambio» se produjo durante las elecciones locales en 2009, cuando el voto por internet se masificó. De acuerdo a los resultados del estudio, cada ciudadano, independientemente de su sexo, ingresos, educación, etnia o incluso nivel de “alfabetización informática”, tuvo la misma probabilidad estadística de votar electrónicamente.
Solvak y Vassil aseveran que la probabilidad de emitir el voto por internet está conectada a la distancia de la vivienda de una persona al centro de votación. Sin embargo, aunque alrededor del 70 % vive a una distancia relativamente menor de su centro de votación, hoy en día la mayoría de los votantes prefieren votar vía internet.
Durante las últimas elecciones locales, uno de cada tres votantes emitió su voto por internet. Esa cifra debe compararse con uno de cada cincuenta en 2005.
Vassil explicó que el voto en líneaes algo a lo que la gente se acostumbra fácilmente. Una vez que alguien ha votado por esta vía «es muy poco probable que vuelva a hacer un viaje al centro de votación para las próximas elecciones».
El profesor Solvak añadió también que gracias a que el voto puede ser verificado, aumenta la confianza del pueblo en la fiabilidad del sistema. La opción de verificación se puso a prueba durante las elecciones de la UE en 2014. El profesor Solvak resaltó el hecho de que aunque muy pocas personas realmente verificaron su voto, el simple hecho de saber que se podía, generó confianza entre el electorado.
Fuente: http://news.err.ee/v/politics/db494b85-f3bf-42b7-882b-c856e6833c6c