La Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES) y el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), organizaciones internacionales que luchan por una mejor gestión de los sistemas electorales, han hecho públicos los 5 beneficios más importantes del voto electrónico:
1. Seguridad: El sistema electrónico combina algoritmos internacionalmente reconocidos y basados en estándares aceptados que conforman una arquitectura totalmente blindada ante cualquier intento de fraude.
2. Velocidad: El voto electrónico permite que el elector vote de forma rápida y que todos los procesos que involucran la jornada electoral se cumplan con mayor agilidad. Los resultados pueden conocerse en minutos, garantizando cero inconsistencias numéricas
3. Auditabilidad: Una de las ventajas clave de la tecnología es que cada voto es almacenado en varias instancias, con el fin de tener respaldos que garanticen múltiples auditorías antes, durante y después del evento electoral.
4. Exactitud: Ningún voto es malinterpretado, la máquina ayuda a que no hayan errores humanos tanto en la votación como en el escrutinio.
5. Flexibilidad: Partiendo de que cada país tiene reglas y leyes propias para la emisión del voto y la totalización de los sufragios, la tecnología se puede configurar independientemente para diferentes elecciones, bajo metodologías diversas.