¿Alguna vez ha sentido que la vida le depara un futuro más prometedor tras ver a su equipo de deportes preferido ganar?
Si contestó afirmativamente, al parecer no está solo. Andrew J. Healya, Neil Malhotrab, and Cecilia Hyunjung realizaron un estudio en el que concluyen que los resultados deportivosafectan significativamente la percepción que se tiene del entorno, ya que el bienestar que genera una victoria trasciende lo meramente deportivo. Más aún, los investigadores dan a entender que ese estado anímico positivo puede llegar a afectar los resultados de unas elecciones cuando éstas se realizan en fechas cercanas a encuentros de deportes.
En su investigación, Healy y compañía estudiaron los resultados de los juegos universitarios de fútbol americano entre 1964 y 2008 para todos los condados con equipos en el Bowl Championship Series. Al comparar el desempeño de esos equipos con los resultados obtenidos por los candidatos que acudían para ser reelegidos en elecciones presidenciales, a gobernadores y a senadores, encontraron que una victoria del equipo local, 10 días antes de la elección, podría incidir positivamente en un 0.8% en la votación del candidato.
Deportes y elecciones
Los números arrojados por la investigación también sugieren que ante un mayor grado de fanatismo de los residentes de una localidad, el impacto de una victoria antes de una elección aumenta hasta en un 2.42% la votación para el candidato que busca la reelección.
Healy y sus colaboradores concluyen que, tratándose de algo tan importante como escoger un senador o un gobernador, las decisiones en torno a quién otorgarle el voto son menos racionales de lo que cabría pensar. La decisión sobre cuál candidato escoger no es totalmente racional, y es afectada por el entorno. La sensación de bienestar que genera al fanático un buen resultado permea hacia todas las áreas de la vida creando un terreno fértil para los políticos.