Un interesante e innovador ensayo sobre las elecciones presidenciales democráticas reñidas ha ganado el premio IDEA / EIP de este año como la mejor investigación sobre integridad electoral realizada por un estudiante de posgrado.

Elecciones democráticas

El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), junto con el Proyecto de Integridad Electoral (EIP), la Universidad de Harvard y la Universidad de Sydney anunció los resultados del premio 2015. El trabajo ganador fue «Elecciones presidenciales democráticas disputadas: Desafiando los resultados electorales como una estrategia de negociación» por Víctor Hernández-Huerta (Universidad de Notre Dame y la Universidad de California).

El documento presenta una hipótesis no muy común pero sí bastante controversial sobre los partidos políticos que han perdido en elecciones democráticas reñidas: «En la medida en que se pierden escaños en el congreso como resultado de una elección democrática, es más probable que el partido que quede en segundo lugar impugne los resultados». El autor sostiene que quienes protestan en las elecciones presidenciales democráticas, no están rechazando los resultados de una elección para protestar o reclamar un fraude-como es el caso en regímenes autoritarios- sino para inducir al partido ganador a negociar beneficios para la parte perdedora. Esto lo llama Hernández-Huerta «la estrategia de chantaje».

La idea de impugnar los resultados presidenciales para querer reforzar su propia capacidad de negociación con el gobierno electo, sucede, según la investigación, en los casos en que las partes perdedoras tienen una posición desfavorable en el Congreso. «Chantajear al ganador consiste en intercambiar estabilidad postelectoral a cambio de beneficios inmediatos para el partido que resulte en segundo lugar. Los partidos perdedores están particularmente interesados en negociar posiciones de poder que puedan ayudar a asegurar sus necesidades financieras», señala Hernández-Huerta.

De acuerdo al autor, las disputas postelectorales ocurren en el 21% de las elecciones presidenciales democráticas en el mundo. Una declaración apoyada por el análisis de datos, que toma los códigos de conducta de los candidatos perdedores en 180 elecciones presidenciales (de 1974 a 2012) alrededor del mundo.

Una de los aspectos más interesantes de la investigación es la comparación de las causas más comunes que explican, por qué los partidos políticos participantes en una elección desafían los resultados electorales. Incluso cuando saben que esta acción abre la puerta a la violencia posterior a las elecciones, la inestabilidad política, la apatía electoral y puede incluso conducir a la ruptura del orden constitucional. La tesis de Hernández-Huerta suma a la lista de explicaciones la estrategia del chantaje, y demuestra su argumento con ejemplos de Asia y América Latina.

Entre los principales beneficios que las fuerzas políticas buscan con una negociación, Hernández-Huerta menciona que a cambio de aceptar la derrota buscan el poder para reformar el proceso electoral; legislar en cuestiones clave para promover las agendas de sus partidos; ocupar asientos en el Congreso; obtener posiciones en el Gabinete; etc. «Estos beneficios ayudan a aumentar las posibilidades de éxito de los partidos perdedores en las elecciones futuras y también aumenta su cuota de poder inmediatamente después de perder una elección».

Víctor Hernández-Huerta es un candidato Ph.D en Ciencias Políticas en la Universidad de Notre Dame. Su investigación se centra en las instituciones, elecciones y en la justicia electoral, con una especialización regional en América Latina. En la actualidad se ha enfocado en los conflictos post-electorales en las democracias. Su tesis explora el comportamiento de la pérdida de los candidatos y partidos.

Desafiar los resultados de una elección presidencial: ¿una estrategia común?