Brasil es uno de los ejemplos más interesantes en cuanto al despliegue de voto electrónico en el marco de una gestión centralizada, principalmente por el volumen masivo de los electores y la amplitud de la región electoral cubierta.
Con un electorado de 140 millones (el quinto más grande en todo el mundo), es un ejemplo destacado de la escalabilidad del voto electrónico.
A través de los años y bajo los auspicios y el control del Tribunal Superior Electoral de Brasil, el país ha desarrollado el sistema de votación utilizando máquinas electrónicas de votación conectadas a una línea telefónica para transmitir los resultados. Más de 530.000 máquinas fueron desplegadas para las elecciones generales del 2014, además se distribuyeron más de 900 máquinas de votación en 100 países de todo el mundo con el fin de proporcionar el voto a distancia a los expatriados. Desde 2008, Brasil también ha invertido en un sistema de autenticación biométrica de votante basado en los registros existentes de las huellas dactilares de los votantes. Unos 22 millones de electores fueron identificados a través de sus huellas dactilares en las últimas elecciones de 2014.
Esta situación ha dispuesto el camino para que asociaciones particulares y regionales en el país hayan decidido la adopción del sistema de votación electrónico. En septiembre de este año, el Consejo Federal de Enfermería (COFEN) en Brasil, que reúne a más de 680.000 miembros repartidos por todo el país, ejecutó la elección de sus consejeros completamente en línea, con una tasa de participación de 55%. Un mes más tarde, el Consejo de Administración Federal de Brasil (CFA), celebró la elección en línea de sus representantes nacionales y regionales, con una creciente participación de más del 13% a partir de la elección anterior.
Fuente: http://www.electoralobservatory.org/brazil-south-american-e-voting-constant-gardener/