El pasado 22 de enero, la comisión presidencial nombrada por el presidente estadounidense Barack Obama para afinar el sistema electoral de esa nación, presentó un informe de 112 páginas que ofrece recomendaciones a tomar en el futuro cercano.
La comisión estuvo integrada por un equipo multidisciplinario de expertos, y durante 6 meses del pasado 2013 realizó reuniones públicas y privadas con expertos del acontecer electoral, autoridades electorales, votantes, empresas de tecnología, entre otros.
Para el estudio, la comisión se enfocó en el votante y sus expectativas. A pesar del extenso territorio norteamericano, su numerosa población, y la diversidad que ésta presenta, el estudio sostiene que las expectativas son bastante uniformes. Ante todo, el votante quiere una experiencia electoral moderna y eficiente al momento de emitir su voto. Esto incluye los procesos que van desde el registro de votantes, pasando por el diseño del proceso electoral, la adecuación de los recintos electorales, hasta el acceso al voto de ciudadanos con discapacidades o con limitaciones en el habla de inglés.
A grandes rasgos, el reporte hace un llamado a:
- Modernizar los procesos y métodos utilizados en la elaboración de los registros electorales. Se invita así a expandir el uso de métodos en línea, y a la colaboración de los Estados en la confección de los registros.
- Facilitar el ejercicio del sufragio expandiendo el período en que se puede votar antes del día de la elección, y utilizando instalaciones y equipos adecuados.
- Utilizar las mejores prácticas para manejar la logística y el uso óptimo de los recursos con que disponen los centros de votación.
- Reformar los procesos de certificación de nuevas tecnologías de votación para facilitar la pronta renovación del parque tecnológico que se utiliza, y promover la innovación y la adopción de tecnologías.
Gracias al trabajo mancomunado de los notables ciudadanos que conformaron la comisión y a todos quienes aportaron ideas y recursos, Estados Unidos cuenta hoy con una herramienta con la cual se podrán diseñar mecanismos para obtener un mejor desempeño en la administración electoral y evitar así los innumerables incidentes que mancharon las últimas elecciones generales de 2012.